El objetivo principal de un tratamiento domiciliario es establecer un acercamiento tanto al entorno natural del niño/a como al sistema familiar al que pertenece, con el fin de observar y estudiar las rutinas y prácticas habituales de la vida diaria del niño/a y su familia.
De hecho, cuando el motivo de consulta es referente a conductas problemáticas de niños o adolescentes, creemos que es favorecedor poder intervenir en el ambiente natural en el que se produce la conducta problema.